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sábado, 30 de junio de 2018

REGIONAL / POLÍTICA

Kiriko

Gobernador Wilber Venegas: “Apurímac será la futura capital del cobre en el Perú”
Wilber Venegas Torres llegó a la feria Perumin 33 para decirle a los arequipeños que la región más importante para la minería de cobre en el país será Apurímac en no más de dos décadas.
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Foto:Revista Energiminas

Wilber Venegas es el gobernador regional de esta última. Y reconoce que gestiona una región asaltada por corruptos, secuestrada por pillos, debilitada por indignos. Muchas exautoridades de Apurímac, una de las regiones más pobres del país, cumplen condenas en las cárceles. Otros, los más, son buscados. Wilber Venegas alega que es honesto y que el mayor logro de su gestión, que culminará a mediados del próximo año, será haber saneado las finanzas de Apurímac, estabilizado la región y debilitado la corrupción. Argumenta también que en Apurímac no hay fricciones por el agua o el cobre. El agua y el cobre, afirma, pueden coexistir. es más, deben hacerlo porque en ellos está basado el desarrollo de Apurímac como una región sustentable.

¿Cuál es la opinión que tiene sobre la actividad minera en la región de Apurímac?
Para muchos sectores es una actividad económica importante, y que podría, en el caso particular de Apurímac, ser la base de un desarrollo sustentable a largo plazo. En Moquegua, gracias a la minería, han florecido otros sectores económicos y se han mejorado algunos servicios, fundamentalmente la educación. En el caso de Arequipa, esta región ha vuelto a surgir con las inversiones de Cerro Verde y otros proyectos mineros importantes.
Apurímac es una región muy pequeña, formada con una porción del Cusco y otra de Ayacucho. No tenemos grandes extensiones de terreno. Se divide en microparcelas. Tenemos abundante agua pero no grandes terrenos. Apurímac es también recordada por haber tenido los más altos niveles de desnutrición, de analfabetismo, pero, a Dios gracias, los apurimenses vivimos encima de una montaña de cobre.
Se ha hecho minería artesanal en el pasado en Apurímac porque siempre han quedado los rezagos de la época brillante de Cochasayhuas, una exmina de oro explotada en el siglo pasado. Luego de ello no hubo más gran inversión minera en mi región, solo quedó la artesanal fundamentalmente subterránea, de socavones.
Felizmente hoy con la inversión de la gran minería en la región podremos, con los recursos monetarios que nos dejen, soñar con un desarrollo sustentable. La minería es temporal, pero nuestros distintos pisos ecológicos con microparcelas serán rentables con la agricultura orgánica que impulsamos hoy.
Actualmente colocamos en los mercados nacional e internacional paltas y chirimoyas, y esencialmente invirtiendo en algo que no podemos soslayar, y que nosotros tenemos en abundancia, que es el agua.
Para realmente convertir a Apurímac en una región sustentable necesitamos elaborar un plan de afianzamiento hídrico.Necesitamos represas, reservorios, riego tecnificado, buenas vías de comunicación. Y el dinero para estos proyectos nos los dará la minería.
¿Ya tienen canon?
Aún no tenemos canon. Recibimos regalías. Las ventas totales de la mina Las Bambas están afectadas con el 3% de regalías contractuales. Eso nos permite disponer de recursos que se distribuyen a todos los municipios de la región. En el 2016 recibimos un total de S/15 millones. Infiero que este año el monto se duplicará y a partir del 2021 sí vamos a empezar a recibir canon. Desde esa fecha se verán los resultados directos de esta gran inversión minera.
Apurímac quiere convertirse en un referente importante en el país. Sin aún contar con los recursos del canon, invertimos recursos ordinarios del gobierno regional en proyectos de cosecha y siembra de agua. Hemos sembrado más de 20,000 hectáreas de bosques. Son más de 20 millones de árboles y esperamos llegar a los 30 millones al término de mi gestión. De lograr el objetivo, nuestro emprendimiento se convertirá en el mayor programa de reforestación exitoso de la sierra peruana.
Su gestión culmina en el 2018…
Así es. También estamos consiguiendo fondos verdes de la cooperación internacional para continuar con la reforestación. Ahora trabajamos en la idea de que un porcentaje del canon termine en proyectos de siembra de agua, que es forestación. Adicionalmente somos la segunda región que invierte más en riego.
En Apurímac siempre hemos dicho que el cobre y el agua son compatibles. La extracción de cobre es necesaria para nuestro desarrollo porque nos dará los recursos que nos van a permitir tener agua siempre. Apurímac es una zona con muchas cabeceras de cuenca; el agua se desperdicia día y noche. En la región hay muchos espejos de agua que, con los recursos provenientes del cobre, construiremos represas, reservorios, canales de riego.
Con los pequeños fondos provenientes de las regalías mineras, por primera vez en Apurímac se ha hecho el mantenimiento de los canales de riego, reservorios y represas, y la población sabe que esos recursos llegan a las arcas públicas gracias a la minería.
Entonces, en el largo plazo esperamos convertirnos en una región sustentable. En Apurímac queremos una minería seria, responsable con el cuidado ambiental, pero que no sea solo de discurso.
También somos conscientes de que la minería nos dará los recursos necesarios para invertir en infraestructura vial. Ni un solo kilómetro cuadrado de vía departamental en mi región está asfaltada.
Usted ha dicho que “felizmente, Apurímac yace sobre una montaña de cobre”. ¿Así lo entienden todos los apurimenses?
Usted no va a encontrar discursos antimineros en Apurímac. Hay protestas sociales, existen paros como en cualquier lugar del mundo, pero fundamentalmente se tratan de solicitudes de reivindicación de compromisos del Gobierno central, del regional o de la empresa minera.
Apurímac hace un tiempo era una región inviable, con poca inversión en ella, y hace falta mucha infraestructura básica: vías de comunicación, colegios, hospitales. La población está muy angustiada porque no cuenta con lo que ya debería contar. A veces llega a destiempo el Gobierno central y hasta el regional.
Con todo, no hay un discurso antiminero en Apurímac. La gran mayoría creemos que la minería responsable es bienvenida en la región pero no la depredadora. En Apurímac no existe la minería ilegal. Solo encontrará pequeños mineros en proceso de formalización.
¿Hay un antes y un después tras la inversión de MMG en Las Bambas?
Diría que ha existido un antes. La gran cadena de hornos de la metalurgia inca de cobre ha estado en Apurímac. Pero ahora tenemos la oportunidad de tener más del 30% de proyectos de inversión en minería y más del 60% del territorio de la región concesionado para la actividad extractiva.
En Apurímac estamos terminando el plan de zonificación ecológica y económica, y con base en este instrumento elaboraremos el plan de ordenamiento territorial. En las zonas aptas para reforestar, estaremos reforestando; en las designadas para la minería, esperamos que se haga minería responsable; en zonas apropiadas para la agricultura se sembrará y cosechará.
Las Bambas es un proyecto ícono importante. Tenemos en producción la mina Amana, de oro, de la empresa Aruntani, pero es cierto que Las Bambas es nuestro megaproyecto. Las Bambas es a Apurímac lo que Escondida es a Chile. También tenemos la mina Ferrabamba, que está empezando la producción. Luego vendrá Surcubamba y Los Tres Tajos. Y próximamente tenemos Haquira, de First Quantum. Esta empresa próximamente decidirá si hace la inversión en el Perú o en un proyecto que tienen en Argentina. Luego aparecen Los Chancas de Southern, Trapiche de Buenaventura, Antillas y Cotabambas con Panoro Minerals, y otros proyectos importantes. Pronto saldrá en venta las ANAP (Áreas de No Admisión de Petitorios) de los proyectos mineros Jalaoca y Colca, y hay nueve ANAP más que están en reserva y que esperamos puedan ser también colocados en el mercado por ProInversión.
El Ministerio de Energía y Minas indica que el país cuenta con una cartera de proyectos mineros de US$51,000 millones. ¿Cuánto de este dinero iría a parar a Apurímac?
Tenemos cerca de US$ 20,000 millones. Nosotros nos vamos a convertir en la futura capital del cobre. Este año vamos a embarcar alrededor de 500,000 toneladas de cobre en el puerto de Matarani. Es más, nos reuniremos el 5 de octubre [esta entrevista fue realizada el 18 de setiembre en el Perumin 33] con la gobernadora regional de Arequipa, Yamila Osorio, y con el gobernador regional de Ayacucho y otras autoridades. Queremos promover una vía de comunicación que se inicie en Antabamba, Apurímac, y que culmine en Matarani. Se trataría en un inicio de una carretera. Ahora bien, la Mancomunidad Regional de los Andes, que agrupa a los gobernadores regionales de Apurímac, Ica, Huancavelica, Ayacucho y Junín, tiene la idea de fomentar la construcción de un ferrocarril desde el límite de Cotabambas, muy cerca al Cusco, y con salida por el puerto de Marcona, en Ica. En esta última región se quiere construir un megapuerto minero, con el apoyo de empresas como Shougang y MMG. Esto nos permitiría proyectos importantes como Ferrabamba, que es hierro, y otros, que podrían ponerse en valor. Un ferrocarril es la solución para disminuir los desacuerdos con la sociedad civil y al mismo tiempo duplicar la producción de Las Bambas y otros proyectos rentables en el mediano y largo plazo, que dinamizarían este corredor minero Apurímac-Junín-Huancavelica-Ica.
¿Tiene idea la Mancomunidad Regional de los Andes cuánto costaría un proyecto como este?
Mire, calculamos que el proyecto estaría por encima de los US$1,500 millones. Recién se están haciendo los estudios preliminares, pero inferimos que el ferrocarril iniciaría su recorrido en el límite de Las Bambas y lo culminaría en la ciudad de Marcona. Nos vamos a reunir con el ministro de Transportes y Comunicaciones Bruno Giuffra; en su momento también fuimos recibidos por el vicepresidente Martín Vizcarra. Esto ha sido del gusto de las más altas autoridades. Es más, hay empresas privadas que quieren financiar el expediente. Son en su mayoría, si no en su totalidad, las mineras las más interesadas. Agradecemos desde aquí a Hochschild con el apoyo de la consultora Estrategia. La minera Hochschild nos ha instalado un aeropuerto en Huancabamba que actualmente cuenta con todos los instrumentos necesarios de navegación. La minera ha donado más de un millón de dólares. Hochschild tiene muchos denuncios mineros en Apurímac. Esperamos que en los próximos años el aeropuerto de Huancabamba se amplíe y se convierta en una alternativa al del Cusco.
¿Cómo es la relación entre el Gobierno Regional de Apurímac y la empresa MMG?
Creo que tenemos que asumir compromisos de responsabilidad social. Esta es una tarea que deben compartir tanto las empresas mineras como los diversos niveles de gobierno. En Apurímac debe existir lo que llamamos una coresponsabilidad social. Trabajamos con Southern en el futuro proyecto Los Chancas. Nosotros estamos haciendo toda la inversión de infraestructura hídrica con el proyecto Alpacocha. Hemos desembolsado unos S/8 millones de recursos ordinarios y otros, y esperamos que Southern emprenda un proyecto fruticultor en la zona. Si bien es cierto los proyectos mineros son intensivos en inversión, no deja de ser verdad que no dan muchas oportunidades laborales. Se trata más de obra calificada, que no la tenemos, pero los impactos económicos y sociales, son principalmente en la agricultura, que necesita mucho más afianzamiento hídrico y mejores vías de comunicación.
Sobre la creación del Fondo de Adelanto Social, creo que es un buen paso del Gobierno. Lastimosamente solo son S/50 millones, y creo que este fondo tiene que incrementarse. Hemos pedido al Gobierno, y esperamos que no demore mucho, que coloque bonos para poder pagarlos con los futuros ingresos del canon. Pero necesitamos hacerlo ahora para dar educación a nuestros hijos, agua a los campesinos, mejor salud y mejores caminos, y no tener que esperar hasta el 2021 los recursos del canon.
Sobre este aspecto hemos comenzado a trabajar con el Ministerio de Economía y Finanzas. Lamentablemente estos cambios recientes y la inestabilidad política han incidido negativamente en la negociación.
Iniciamos las conversaciones con el ministro Alfredo Thorne, diálogo que no se pudo consolidar con el ministro Fernando Zavala a pesar de su buena intención, y ahora esperamos retomar los acuerdos con Claudia Cooper, y dejar encaminados estos proyectos. Necesitamos que la población perciba que ya se puede beneficiar de los recursos que tendrá en el futuro.
Debe asimismo haber una racionalidad en la inversión. Una región como Apurímac, que aspira a convertirse en un modelo de desarrollo, tiene que invertir en lo que sabe hacer: agricultura, agricultura orgánica. También queremos hacerle un trasvase de agua a Ica, para irrigar las pampas de Palpa y darle unos 20 metros cúbicos de agua por segundo, en lugar de que se pierda en el Atlántico.
¿Cree, como el viceministro Vizcarra, que existe una desconexión entre los recursos que generan la minería y las personas a las que debería beneficiar?
Creo que hay malos precedentes. Un asunto que debe erradicarse en el país es la corrupción, que tanto daño nos hace pues destruye cualquier democracia. En un país pobre como el nuestro, la corrupción, más allá de un delito, es un crimen pues implica arrebatarle educación, salud a las futuras generaciones.
Ahora bien, creo que los recursos del canon deben ser invertidos con inteligencia y en proyectos de calidad. Somos testigos de que Moquegua ha mejorado sus indicadores de salud y educación, pero no ha sucedido lo mismo en otras regiones, fruto de la corrupción o de la ineficiencia. Repito: los recursos de la minería deben ser utilizados para el desarrollo sustentable. No más monumentos a la maca. No más gastos insulsos. La minería es temporal.
Su antecesor ha sido acusado de corrupción. ¿Qué está haciendo ahora su región para luchar contra la corrupción?
Lastimosamente ha sido vergonzoso lo que ha ocurrido. Hasta la gestión anterior Apurímac era considerada como la más corrupta del país. Tenemos alcaldes provinciales y exgobernadores con órdenes de captura. Tenemos una gavilla de exalcaldes en la cárcel. Esto ha mellado la confianza del ciudadano en las autoridades, y origina que los honestos sean cuestionados. Tenemos que recuperar la confianza para institucionalizar más el país.
¿Usted es una persona honesta, gobernador?
Yo soy honesto. Mi padre ha sido tres veces alcalde de mi pueblo. Nadie puede acusar a mi padre de haberse aprovechado de su posición como alcalde o haberse apoderado de dinero público. Es más, no cobraba sueldo ni viáticos. Yo solo cobro hoy mi sueldo.
¿Cuál es el fin de esta Mancomunidad Regional de los Andes?
Es una tarea pendiente y tiene que ver con la descentralización. Si no fuera por la minería, seríamos inviables. No obstante, no somos un buen contrapeso para el centralismo de Lima. ¿Cuánto del PBI peruano genera Lima? Apurímac no llega ni al 1%. Pero como Mancomunidad, y con la posible incorporación de Cusco a este bloque y también Madre de Dios, nos vamos a convertir en el corredor económico que tendrá el 70% de la energía del país: Mantaro, el gas de Camisea, etc.
En Apurímac hay cuatro proyectos de hidroeléctricas pequeñas y está en construcción una nueva fuente de energía por Kallpa. Juntos como Mancomunidad representamos la mayor cartera de inversiones en minería del país. Por supuesto, el corredor que planeamos también será turístico. La finalidad es crear un estado subnacional como contrapeso para Lima y con la posibilidad de desarrollarse de forma autónoma gracias a nuestro propio dinamismo económico.
¿Cómo imagina a Apurímac en el 2021?
Me la figuro una Apurímac con tasas menores de desnutrición y pobreza, y que esperamos que un gran proyecto de asociación público-privada, el próximo año, pueda comenzar a ejecutarse. Quiero imaginarme una región encaminada hacia el desarrollo, y que en no más de dos décadas nos convirtamos en la capital del cobre en el país, con una agricultura floreciente, con afianzamiento hídrico; una región con una industria de plantas aromáticas sana y con agricultura orgánica más tecnificada. En Apurímac, repito, el cobre y el agua son compatibles y sobre todo necesarios.
Cuando acabe mi gestión, me sentiré más orgulloso de haber estabilizado mi región, saneado las finanzas y debilitado la corrupción.
Extraído de Sialamineria.com