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sábado, 7 de septiembre de 2013


INTERNACIONAL

Haya que no Haya. Un análisis internacional frente a la posición chilena-mediante la razón o la fuerza-peruana, ante el próximo fallo de la Corte Internacional Justicia de la Haya. Gracias a DW Actualidad.

América Latina

“No hay duda: Chile y Perú cumplirán el fallo de La Haya”



Experta explica cómo opera la Corte Internacional de Justicia, que en septiembre dará su veredicto sobre el diferendo que enfrenta a ambos países sudamericanos.
“Caso concerniente a la delimitación marítima entre la República del Perú y la República de Chile”. Así se llama la demanda que presentó el entonces presidente peruano Alan García ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, el 16 de enero de 2008. Más de cinco años han pasado desde entonces. Ha habido alegatos, los jueces han hecho consultas sobre la materia, hubo una fase oral y ya se acerca la fecha en que habrá un veredicto.

La controversia surge pues Perú asegura que no existe un tratado de límites marítimo firmado con Chile, país que se defiende argumentando que esas fronteras están delimitadas por acuerdos internacionales y por la práctica. Un asunto complejo que será dilucidado por la Corte en septiembre. Paz Andrés, profesora de Derecho Internacional Público en la Universidad de Oviedo, en España, explica a Deutsche Welle los detalles de un proceso complejo como éste.

La profesora Paz Andrés, experta en Derecho Internacional de la Universidad de Oviedo. La profesora Paz Andrés, experta en Derecho Internacional de la Universidad de Oviedo.
“Conforme al Estatuto de la Corte, el fallo es definitivo e inapelable. Sólo caben recursos de interpretación en caso de desacuerdo sobre su sentido o alcance, o de revisión, si con posterioridad se descubre un hecho que pueda ser un factor decisivo y que al pronunciarse el fallo fuera desconocido por la Corte y por la parte que pide la revisión, siempre que ese desconocimiento no se deba a negligencia y no hayan transcurrido diez años desde la fecha de la sentencia”, dice la experta.

DW: ¿Qué pasa si un país no acepta el fallo? ¿Existen sanciones?

Paz Andrés: Los miembros de las Naciones Unidas están obligados a cumplir las decisiones de la Corte Internacional de Justicia. Si una de las partes no lo hiciera, la Carta prevé que la otra parte podrá recurrir al Consejo de Seguridad, el cual podrá, si lo cree necesario, hacer recomendaciones o dictar medidas.

¿Qué posibilidades existen, de acuerdo a la experiencia histórica, de que haya un fallo “salomónico” que deje contentos a ambos países?

La Corte no es una amigable componedora. Su función es decidir las controversias conforme al derecho internacional. Por tanto, la Corte va a decir cuál es el derecho aplicable. Para ello tendrá que determinar la existencia, vigencia y alcance de las normas, lo que requerirá una tarea de interpretación en la que ponderará las pruebas presentadas. Por otra parte, en este caso entre Chile y Perú es difícil encontrar una solución salomónica si se tiene en cuenta que la Corte tendrá que pronunciarse sobre si ya existe o no delimitación marítima entre ambos países, lo que la obligará a decantarse en un sentido u otro.

¿Pueden los países hacer “lobby” ante los jueces? ¿Existe esa práctica a este nivel?

Paso fronterizo entre Perú y Chile. Paso fronterizo entre Perú y Chile.
Los miembros de la Corte, como cualquier juez, no están aislados en una torre de marfil y cada uno tendrá sus convicciones y posiciones, pero son personas independientes e íntegras. Además, deben argumentar su decisión, la cual ha de adoptarse por mayoría. Todo ello garantiza, a mi juicio, la objetividad del fallo, con independencia de que eventualmente se pueda luego discrepar del mismo, porque en derecho casi siempre cabe encontrar argumentos para apoyar una postura u otra.

¿Está presente en los cálculos de un juez la posibilidad de desestabilizar una región con un fallo que sea demasiado doloroso para una de las partes?

Los jueces no viven fuera de este mundo. Son conscientes de las implicaciones de sus decisiones. Pero tienen que dictar su sentencia según el derecho internacional y en ese sentido el único margen que tienen está en las consideraciones de equidad que acompañan a toda aplicación de una norma jurídica.

Si bien es cierto que tanto Chile como Perú han comprometido su palabra y aceptarán el fallo, me gustaría saber qué dice la experiencia al respecto.

Ambos Estados son respetuosos del derecho internacional y cumplidores de sus obligaciones como miembros de las Naciones Unidas, por lo que no hay ningún motivo para dudar de que Chile y Perú aceptarán y cumplirán el fallo. Así sucede, por otra parte, con carácter general. Los supuestos en los que no ha ocurrido así son muy escasos.

¿Y puede el país "perdedor" demandar de vuelta al "ganador" por otro tema?

Ciertamente, nada impide que el Estado que se considere perjudicado por el fallo presente más adelante demandas en relación con otras controversias que pueda haber entre las partes, pero eso es lícito y legítimo.

¿Nunca ha habido una guerra tras un fallo que una parte considere injusto?

Es verdad que en ocasiones puede haber habido cierta tensión entre las partes tras conocer el fallo y también en algún caso se ha tardado un tiempo en ejecutarlo plenamente, pero afortunadamente no se ha llegado a la gravedad de iniciar una guerra.

Autor: Diego Zúñiga
Editor: Pablo Kummetz
Fuente:http://www.dw.de/no-hay-duda-chile-y-per%C3%BA-cumplir%C3%A1n-el-fallo-de-la-haya/a-16949712

lunes, 2 de septiembre de 2013

REGIONAL/POLITICA

Kiriko

De la era del Caucho, Guano y Salitre a la nueva era del Gas y Cobre

Apesar de la lucha sin cuartel-como buen recluta-  que esta dando el Gobierno Central contra la extrema pobreza, el Gobierno Regional de Apurimac no se explica-en esta entrevista-, por que no llega[¿chorrea o choreo?] la riqueza a los mas pobres de la Region de Apurimac.

Elías Segovia Ruiz.

Elías Segovia Ruiz: “Falta que la riqueza llegue al pueblo de Apurímac”

Positivo. Confía en que su región aprovechará presencia minera para salir de la pobreza.
Positivo. Confía en que su región aprovechará presencia minera para salir de la pobreza.
Presidente del Gobierno Regional de Apurímac.
Consuelo Alonzo.
A pesar de que en Apurímac abundan los minerales, esta región es percibida como una de las más pobres. Su autoridad máxima es optimista y cree que esta situación mejorará radicalmente en los próximos dos años gracias a los ingresos millonarios que dejarán las inversiones mineras que se formalizarán. Está convencido.
-El inicio de operaciones de Las Bambas está cerca y han logrado convivir en un clima de paz…
Apurímac ha sido declarada una región agro-minera-turística. Con esos tres ejes tenemos que trabajar, ya que se pueden complementar.  En ese marco Apurímac no es Xstrata, no es Las Bambas, es mucho más. Más del 80% del territorio está concesionado.
-Es casi toda la región...
Apurímac es un colchón minero. Tenemos cobre, oro, plata, hierro. La región acoge el 20% de la inversión minera nacional. Esto significa US$ 11 mil millones hasta ahora.
-¿Esto ha traído beneficios para la población?
Tenemos más de 18 mil mineros artesanales que ya viven de la minería y deseamos que los productores agropecuarios se incorporen a esta cadena de producción. Será  difícil pero creo que va a ser muy diferente a lo que pasa en Cajamarca.
-¿No teme un 'Conga' en la región cuando las mineras inicien operaciones?
No creo porque estamos diferenciando muy bien el tema político de lo que son evidentemente actividades económicas. La comunidad está entendiendo cuál es su parte en este negocio minero.
-¿Cuál es esa parte?
En el contrato con la empresa ganadora de una licitación sobre reservas de cobre, Xstrata,  ha dispuesto como compensación US$ 120 millones de los cuales, a través del Fondo Social Las Bambas, ya han entregado US$ 63 millones. Hay un saldo de US$ 13 millones. Espero que los responsables le den buen uso porque este fondo no ha logrado solucionar problemas mayores. La pobreza sigue.
-¿US$ 63 millones no ayudaron en nada?
No quiero echarle la culpa (a nadie), pero creo que han evaluado y han definido proyectos que no han tenido el impacto que se esperaba. Todo fue destinado a infraestructura y los problemas de esa zona no son solo de infraestructura.
-¿Está definido en qué utilizarán el resto del fondo?
Los proyectos ya están con nombre propio, pero estamos conversando con los alcaldes y con la empresa para que los direccionen en un sentido de apoyo más directo a las familias de los campesinos. 
-Luego de que Xstrata entregue estos US$ 13 millones, ¿habrá un fondo adicional?
Estamos empeñados en que la relación con Xstrata y otras empresas sea una relación de negocios, porque el campesino, que es dueño de la superficie, tiene que saber negociar con todas las empresas. 
-Pero, ¿va a pedir una ampliación del fondo social?
Mire, en este momento estamos analizando el tema macro. No estamos agarrando a Xstrata como el objetivo. Xstrata es una más de las empresas. Lo que queremos es que todos aporten y apoyen a este nuevo escenario de lucha contra la pobreza y la desnutrición.
-¿Entonces, sí lo va hacer?
En el momento que comiencen a explotar a va cambiar el escenario. Primero habrá  ingreso y eso va a significar un espacio adecuado para dialogar con las empresas. Ese va a ser el momento. Ahí podremos sentarnos para decir cómo es la redistribución del canon.
-¿Espera una reacción de la población cuando la mina inicie sus operaciones?
Lo que existe es una gran expectativa, ya que en el 2014 empieza la explotación masiva a tajo abierto. En ese momento habrá un cambio para la región.
-Hay dos frentes de defensa que hablan de incumplimientos de la minera...
En Apurímac, el diálogo siempre se realiza con instituciones y personas que signifiquen interlocutores válidos. Los frentes de defensa no lo son.
-Pero, ¿hubo incumplimientos?
Estamos en evaluación. Hubo 17 puntos y tienen que evaluarse. Como región estamos vigilantes de que estos acuerdos se cumplan en protección de las comunidades campesinas.
-¿Se puede decir que el proyecto ya les ha traído beneficios?
En estos momentos todavía no. Salvo el beneficio que genera la presencia de inversión y el flujo económico. Pero directamente como canon no ha llegado ni un solo sol.
-¿Cuánto es lo que esperan recibir por ese concepto?
En Las Bambas se van a mover 140 mil toneladas diarias de minerales y, en función a la ley, deberían sacar por día 8 mil o 9 mil toneladas diarias de cobre. Esperamos que el flujo de canon sea más o menos unos 200 millones de soles al año.
-Se lo pregunto porque la minería está hace años en su región y el nivel de pobreza no se redujo.
En ese momento todavía no hay explotación. Hay pobreza porque indebidamente se ha vendido la imagen de que Apurímac es una región pobre. En realidad, es largamente la región más rica del país. Lo que falta es que esa riqueza llegue al pueblo. Pero yo le aseguro que en un par de años en Apurímac desaparecerán la desnutrición y la pobreza.


REGIONAL

Entrevista al Gobierno Regional de Apurimac Ing.Elias Segovia Ruiz, la desnutricion cronica como factor determinante en la lucha contra la Extrema Pobreza en la región.

Elías Segovia, presidente regional de Apurímac

“En tres años podemos eliminar la desnutrición crónica infantil en Apurímac”

Entrevista. Carlos Noriega
"Si nosotros le damos prioridad al tema de desnutrición, a la inversión en primera infancia, en ese caso sí podemos asegurar que vamos a bajar la desnutrición infantil. No podemos seguir con esta vergüenza por el alto nivel de desnutrición infantil que tenemos", señala el presidente regional de Apurímac.
El pasado 12 de diciembre, el Grupo Impulsor Inversión en la Infancia presentó en Apurímac, ante las autoridades regionales y alcaldes, un estudio sobre desnutrición crónica infantil en esa región. Este estudio revela que Apurímac es la cuarta región con mayor desnutrición crónica infantil en el país, con 38,6 por ciento de niños menores de cinco años afectados por la desnutrición, lo que representa más de 21 mil niños. En la provincia apurimeña de Cotabambas, la desnutrición infantil llega a 50,2 por ciento y en algunos distritos supera el 60 por ciento. Sobre estos resultados y las acciones del gobierno regional para disminuir la desnutrición infantil responde el presidente regional de Apurímac, Elías Segovia. 

¿Qué reflexión le produce las cifras que revelan el alto nivel de desnutrición crónica infantil en Apurímac?
Este es un problema que estamos arrastrando desde hace muchos años y que estamos enfrentando. Apurímac es una región rica porque tiene grandes recursos económicos que van a ser explotados. Por ejemplo, se habla de más de diez mil millones de dólares en inversión minera. Las autoridades tenemos que ver cómo el pueblo humilde, campesino, que es propietario de los terrenos donde se explotan las minas, pueden enganchar en este boom económico para que salga de los niveles de pobreza en que están…
Pero la experiencia en otras zonas del país nos indica que las grandes inversiones mineras no necesariamente se traducen en una mejora de la calidad de vida de la población. Ahí está Cajamarca, que tiene grandes inversiones mineras y es la segunda región del país con mayor desnutrición infantil, con 40,5 por ciento de niños desnutridos…
 Efectivamente, existe ese fantasma de las experiencias en minería, no solamente en Cajamarca, sino también aquí en Apurímac, donde tenemos distritos  que han pasado por momentos de auge económico y ahora son las zonas más pobres del país. Hay que usar bien el canon minero para que la población del entorno donde se ubican los proyectos mineros tenga un buen nivel de vida Tenemos que manejar esto con mucho criterio técnico y político. Las familias, para que se puedan enganchar con la actividad minera, agrícola o turística, tienen que ser productoras. Queremos que cada familia apurimeña se dedique a una actividad productiva rentable. Los gobiernos regionales tienen que hacer que cada familia se dedique a una actividad económica que sea rentable, eso va a asegurar una buena alimentación, buena educación y finalmente buena salud para los niños. Si esto no se hace, vamos a seguir arrastrando los traumas y la pobreza que tenemos desde hace cientos de años.

¿Cómo están funcionando en Apurímac los programas sociales de lucha contra la pobreza?

Tenemos que reconocer que hay programas sociales que están muy mal manejados, que matan la autoestima de la población. La asistencia nos destroza la autoestima. Esto hay que cambiarlo. Yo  soy representante de la Asamblea de Presidentes Regionales ante la Mesa de Concertación para la Lucha Contra la Pobreza y ahí hemos visto que al pobre no hay que asistirlo, sino darle la oportunidad para que su familia salga de la pobreza. Estamos planteando que los programas sociales en Apurímac, Ayacucho y Huancavelica, tres regiones que hemos formado una Mancomunidad, sean con participación de los gobiernos regionales, porque queremos darles el toque de no asistencia, sino de generación de oportunidades. Nosotros, en el gobierno regional de Apurímac, hemos creado una Subgerencia Regional que va a monitorear todos los temas sociales para que todos coincidan en cuál es la prioridad y a dónde vamos. Dennos la oportunidad de planificar nuestro desarrollo, de planificar nuestros programas sociales. Los programas sociales deben ser manejados con participación de los alcaldes y de los gobiernos regionales.

Precisamente, los alcaldes de las diversas zonas de Apurímac han coincidido en demandar una mayor articulación de los gobiernos locales con las distintas instancias del gobierno central, como los sectores Educación y Salud, pero también una mejor articulación con el gobierno regional. ¿Por qué se da esta falta de articulación entre los gobiernos locales y el gobierno regional y qué hacer para mejorarla?


Equivocadamente creemos que cuando existe un problema, éste se soluciona con infraestructura. Lo que creo que estamos aprendiendo en Apurímac es que los alcaldes vean que los temas de desarrollo son integrales. De esa misma manera integral tenemos que ver las cosas las regiones y el gobierno central. No puede haber celo político y hacer obras con duplicidad de presupuestos y acciones. Los que manejamos el tema de desarrollo, los que definimos y decidimos el asunto presupuestal, no estamos dando en el punto…

¿Los recursos que hay no se están usando bien?

Hacemos elefantes blancos, hacemos inversión insuficiente y mal orientada. Sobre esto también tienen que reflexionar las fuentes cooperantes, las ONG. Todos tenemos que integrarnos y tener un solo objetivo: atacar el tema de fondo, que es la desnutrición, el analfabetismo y todos los indicadores de la pobreza, que hace tanto daño.

¿Cuál es el porcentaje del presupuesto regional que su gobierno destina para el desarrollo humano, a temas como el combate a la desnutrición infantil o la educación?

En Apurímac tenemos poco dinero, pero tampoco podemos decir que no tenemos dinero. Sobre la base de lo que tenemos le estamos dando prioridad a tres aspectos: educación, salud y producción.  Un pueblo que no produce, por más buena salud que tenga, no va a salir de la pobreza. A desarrollo humano le estamos dedicando un 32 por ciento del presupuesto regional. Y a inversión productiva, que es parte del desarrollo humano, le estamos dedicando un 40 por ciento. El resto es para algunos proyectos complementarios, pero todo tiene que ir orientado a la producción y también, obviamente, a la integración de los pobres, a la inclusión de los pobres a la vida económica de la región. Estamos trabajando en ese sentido y espero que también lo haga el gobierno central y que no nos miren con soberbia como a un pueblo de asistidos, sino que nos vean como un pueblo que espera una oportunidad para salir de donde está.

El gobierno central se ha puesto como meta eliminar la desnutrición crónica infantil para el año 2016. ¿Apurímac, que ahora es una las regiones con mayor desnutrición en el país, está en condiciones de cumplir esa meta?

Con la presentación de este informe sobre desnutrición crónica infantil en Apurímac que ha hecho el Grupo Impulsor Inversión en la Infancia, hemos visto claramente, el gobierno regional y  los alcaldes, cuántos niños desnutridos tenemos en Apurímac. Son más de 21 mil niños desnutridos en nuestra región. Si nosotros nos enfocamos en atender solamente a esos 21 mil niños, mañana aparecen otros 10 mil niños desnutridos, porque hay niños que están naciendo desnutridos. Por eso tenemos que trabajar desde la atención a la madre gestante. Y no descuidar a los 21 mil niños desnutridos que ahora tenemos. Para eliminar la desnutrición no es solamente darles alimentos a estos niños, sino que hay que generar un ambiente para que el niño que nazca viva en condiciones humanas.

¿Cuáles son las acciones que va a priorizar su gobierno regional para disminuir la desnutrición crónica infantil?

En este momento hemos coincidido con los alcaldes, el tema de saneamiento básico es fundamental. Para mejorar la alimentación de los niños hay que reconocer y darle valor a los productos y nutrientes que tienen los Andes. Hay que trabajar técnicamente para que los alimentos se preparen de la mejor manera. Me gustaría que en muy poco tiempo los estudiantes tengan el almuerzo y desayuno asegurado en todos los colegios de Apurímac. Ese sería el programa social más importante. Tenemos que atacar el fondo del problema: tener familias que produzcan, que sean rentables, y así tener niños sanos con autoestiman, y educación gratuita con alimentación incluida. Estamos trabajando en esa dirección. 

¿Y en cuánto tiempo cree que Apurímac puede alcanzar la meta de desnutrición crónica infantil cero?

Si nosotros le damos prioridad al tema de desnutrición, a la inversión en primera infancia, en ese caso sí podemos asegurar que vamos a bajar la desnutrición infantil. No podemos seguir con esta vergüenza por el alto nivel de desnutrición infantil que tenemos. Debemos declarar en emergencia el tema de la niñez. Nosotros, como gobierno regional, le vamos a dar mucha importancia a la niñez. Mi sueño es eliminar la desnutrición infantil...

¿En cuánto tiempo espera alcanzar ese sueño?

Creo que en tres años podemos eliminar la desnutrición crónica infantil en Apurímac. Somos un pueblo pequeño y podemos identificar a los niños que están desnutridos, identificar la cadena de desnutrición que se genera en el vientre de la madre y empezar a actuar desde ahí. Si eliminar la desnutrición infantil es realmente un tema prioritario para el gobierno regional, y para el gobierno nacional, entonces sí podemos llegar en tres años a desnutrición crónica infantil cero. Ese es nuestro objetivo, y si se alcanza o no esa meta debe ser la manera de medir un buen o un mal gobierno. Alcanzar ese objetivo es el reto de mi gestión como presidente regional.
En el país hay grandes desigualdades, con regiones que tienen una desnutrición crónica infantil de más del 50 por ciento, como Huancavelica, o Apurímac con cerca de 40 por ciento de desnutrición infantil, y otras como Tacna con solamente 3 por ciento de desnutrición. Pero en las regiones también hay mucha desigualdad. En Apurímac, por ejemplo, mientras la provincia de Cotabambas tiene más de 50 por ciento de desnutrición infantil, la provincia de Abancay tiene 16 por ciento.

¿Qué está haciendo su gobierno para enfrentar estas desigualdades dentro de la región?

Un primer paso va a ser que los presupuestos se distribuyan con prioridad para las zonas más humildes, más pobres. Esa es la primera prioridad. Lo segundo es hacer que los programas sociales tengan una eficacia y eficiencia adecuada, porque no solamente es dar dinero, sino usarlo adecuadamente, ver cuál es el proyecto que efectivamente pueda sacarnos del problema de la desnutrición, de la pobreza.